caen como gotas en la niebla, sin avisar
derrumbando el animo y silbando
siempre sin tapujos
y con poca suerte
pero transformando lo que expresan
son como balazos silenciados
por la acústica de la muerte
no se besan, solo chocan
los tremendos, los ausentes, los mareados.
caen como la sal y nunca azucaran
escupen todos los saludos
con la lengua llena de pelos
pero transfigurando lo que dicen
son como la adrenalina ante el abismo
el horror al vacío y el amor a la nada
no se rezan, solo se evocan
los tremendos, los ausentes, los mareados
caen como lagrimas y corazones
tiritando el frío seco en la puerta
y maldiciendo varios futuros posibles
los tremendos, los ausentes, los mareados.
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