Sobre el lado oscuro del adiós
posó sus garras el día entero
secó la lluvia, mordió los cielos
sangrando chorros de puro sol
En las persianas de la razón
clamó a los vientos
volver al sur
calló a los sauces
mató la luz,
y se ocultó tras el corazón
Bajó a las calles de roca y rata
sufrió los golpes de alguna flor
que aunque marchita y sin color
aullaba loca una serenata
Rieron juntas las aves muertas
silbaron solos los perros en la noche
y esquivaron todos los coches,
contando a veces
historias ciertas
Sobre el lado oscuro del adiós
salían sombras de gente rara
mórbidas luces de la mañana
Y hasta en los cuentos
la vida es una
y nada más
Que soñar.
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